Proletarios de todos los países: uníos!”, concluyen Karl Marx y Friedrich Engels el Manifiesto comunista (1848), uno de los textos más influyentes de la historia. Sin embargo, habrían de pasar dieciocho años antes de que los desheredados de la Revolución Industrial, los pobres del mundo, dieran el primer paso en esta dirección, fundando oficialmente la Internacional o Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT). Su primer congreso se celebró en Ginebra entre el 3 y el 8 de septiembre de 1866, hace ahora ciento cincuenta años.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: