Con un poderío y refinamiento sin parangón, Teotihuacan era el mayor centro urbano de Mesoamérica durante el período clásico. Nada hacía presagiar que, en apenas ocho siglos de dominación, iba a encontrar el más dramático de los finales, un enigma aún por resolver que se suma a cuantos misterios guarda aún la llamada ciudad de los dioses por los aztecas.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: