Waverley es el título de la primera novela de sir Walter Scott y de su personaje principal. También dio su nombre a la estación de ferrocarril de Edimburgo. El tren entra en la ciudad por el valle que separa las dos grandes áreas de la capital escocesa: la parte vieja, construida sobre colinas empinadas y encima de la cual se alzan el castillo y la iglesia-catedral, y la parte nueva o New Town, construida a lo largo del siglo XVIII en el mismo tipo de piedra gris, sobre un plan urbanístico geométrico y elegante.
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*Artículo publicado en La Aventura de la Historia, número 216.