Apenas hay documentación directa sobre la legendaria y ejemplarizante vida de San Isidro Labrador y su también santa esposa, María de la Cabeza, convertidos en modelo de relaciones de castidad conyugal, por lo que no han faltado las controversias sobre sus supuestos 400 milagros. El culto al piadoso labriego mesetario se inició a finales del siglo XII, al identificar un cuerpo incorrupto hallado en el cementerio de la madrileña Iglesia de San Andrés como un vecino legendario que había fallecido décadas antes y que ya tenía fama de santo, en lo que parece ser una mezcla de modelos de santidad islámicos y cristianos.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: