La historia está repleta de pequeños personajes, héroes anónimos que sólo existen en la memoria de quienes los conocieron. Rosario Sánchez Mora es uno de ellos. Tenía diecisiete años cuando se alistó voluntaria para luchar contra las tropas «nacionales» que amenazaban Madrid en los primeros días de la Guerra Civil. Marchó a Somosierra para incorporarse al grupo de choque de Valentín González El Campesino.
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Buen artículo, salvo un detalle: llamar “nacionales” a los golpistas. Rosario perdió su mano derecha durante la fase del golpe de estado: las columnas rebeldes tratando de llegar a Madrid, sede del gobierno, sembrando a su paso una durísima represión, siguiendo las instrucciones de Mola. Lo correcto sería decir que Rosario se alistó como voluntaria para combatir a las columnas golpistas que amenazaban Madrid. Una vez que se pasa a la fase de guerra propiamente dicha, con frentes establecidos y la formación del Ejército Popular, tampoco es exacto llamar “nacionales “ a los sublevados. Sublevados o franquistas, a partir de que el futuro dictador se hiciese con el mando absoluto, sería más correcto.