Durante la segunda mitad del siglo XIII, la cristiandad asistió impotente a la desaparición de los últimos reductos latinos en Tierra Santa. Los diversos Estados cruzados fundados desde la Primera Cruzada (1096-1099) habían visto progresivamente reducido su territorio, de modo que solo una mínima franja costera y algunas impresionantes fortalezas del interior de Siria daban testimonio de la antaño orgullosa presencia de la cruz en las tierras orientales. La crisis de la cruzada se rubricaba además con la desaparición del Imperio latino en 1261 y con el fracaso de las expediciones de San Luis a Egipto (1248-1254) y a Túnez (1270).
Artículos de este dossier:
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: