Personajes que reniegan de Dios (en la Inglaterra victoriana), que abren tumbas y cumplen terribles venganzas, que regresan de entre los muertos, que quieren matar y no se atreven, que beben hasta matarse. Esto y más es Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. Un enigma sin resolver que aún hace, dos siglos después del nacimiento de la escritora, correr litros de tinta.
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