Profundamente religioso, el hombre medieval vivía el periodo navideño con especial intensidad. No obstante, a pesar de que nuestra sociedad sea heredera de la de aquella época, viajando al pasado encontraríamos interesantes diferencias respecto a los modos actuales de celebrar estas fiestas de carácter familiar.
Si fuéramos capaces de cerrar los ojos y aparecer por unos días viviendo en el seno de una familia medieval durante el mes de diciembre y enero, nos daríamos cuenta con claridad de lo erróneo que es el concepto de Edad Media como época oscura. En lo referente a estas celebraciones, asistiríamos a un momento histórico en el que se van asentando las manifestaciones festivas, las liturgias van ganando en solemnidad y el arte se vuelca en la representación de imágenes en torno a los misterios religiosos.
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