Cuando Hans Holbein llegó a Inglaterra en 1526, por recomendación de Erasmo, fue recibido hospitalariamente en casa de Tomás Moro, ya famoso humanista, que pronto sería nombrado lord canciller por Enrique VIII. Holbein pintó retratos magistrales de uno y otro, y también hizo un retrato colectivo de la familia de Moro. Se perdió en un incendio en el siglo XVIII, aunque se conserva el dibujo preparatorio (Basilea, Offentliche Kunstsammlung, Kupferstichkabinett) que Holbein regaló a Erasmo. Sin embargo, no es de éste cuadro del que vamos a hablar, sino de su secuela, Sir Tomás Moro, su padre, familia y descendientes.
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