La composición social de las organizaciones políticas y sindicales de la II República ha sido objeto de estudio durante décadas, si bien aún existen casos, como en el de Falange Española de las JONS (FE de las JONS), en los que, aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, siguen quedando partes que unir y cabos por atar.
El estudio de los fascismos, a escala europea, y del falangismo o nacional-sindicalismo, a escala española, ha hecho correr ríos de tinta y visto numerosísimas publicaciones desde que ambos movimientos, allá por los años veinte y treinta del siglo XX, vieran su nacimiento, auge y caída o, en el caso falangista, metamorfosis.
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