El destino de la reina Juana ha despertado mucho interés y mucha curiosidad. Los historiadores se han preocupado por interpretar los numerosos documentos que existen en los archivos; periodistas, novelistas y cineastas han procurado presentar a la reina como víctima de las circunstancias y de una herencia trágica. Unos han dicho de Juana que fue herética y por este motivo habría sido castigadas por unos padres fanáticamente religiosos; otros la describen como una mujer histérica, llevada a la locura por los celos y la pasión erótica; otros, por fin, se inclinan hacia la tesis del complot: Juana sería víctima de la razón de Estado y de una maquinación política destinada a apartarla del poder.
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