El día 23 de marzo de 1808, el general Murat entraba en Madrid por la Puerta de Chamartín, al frente de las tropas que había enviado Napoleón Bonaparte a España con la intención de ocupar la Península. Al día siguiente lo hacía, por la Puerta de Atocha, el recién proclamado rey de España, Fernando VII, el cual acababa de desplazar del trono a su padre Carlos IV en el curso de los acontecimientos conocidos con el nombre de Motín de Aranjuez.
La situación por la que atravesaba el país en aquellos días era bastante insólita y delicada. Por primera vez en la Historia de España, un rey veía cómo su propio hijo le arrebataba la corona como consecuencia de un motín popular. Pero además, la entrada simultánea de un fuerte contingente del ejército más poderoso de Europa, cuyas intenciones de ocupar le Península quedaban cada día más claramente de manifiesto, contribuía a crear un clima de inquietud entre una población que no acababa de creerse lo que estaba sucediendo.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: