Ivan Jablonka nunca conoció a sus abuelos. Su rastro se perdió en Auschwitz en marzo de 1943. Allí fueron deportados desde Francia, país al que habían llegado unos años antes huyendo de la persecución nazi. La vida de Matès e Idesa Jablonka, judíos polacos, es tan trágica como anónima, y rescatarla supone recuperar la historia de los ausentes. Su nieto Ivan, historiador profesional, reconstruye sus biografías a la vez que retrata los años más terribles del siglo XX, la Europa del Holocausto. ¿Su método? Cruzar historia y memoria.
Para ello el autor, por tanto, ha rastreado su pista en una decena de archivos, se ha entrevistado con familiares y conocidos en Polonia, Israel, EE UU o Argentina y ha examinado cartas y documentos en yiddish, hebreo, polaco, español, inglés, alemán o francés.
Ivan Jablonka reconoce que en esta investigación familiar ha intentado ser radicalmente honesto y transparente, lo que implica colocarse, no sin dificultad, a una distancia rigurosa. Y para obtener respuestas que no ha encontrado en los archivos, ni tampoco a través de la historia oral de su familia, el autor ha empleado testimonios y recuerdos de personas que vivieron situaciones parejas y en un contexto similar al sufrido sus abuelos.
Publicado originalmente hace una década, pero coeditado ahora por Anagrama y Libros del Zorzal, este apasionante ensayo se lee como si fuera una novela y refleja con maestría el valor que tienen la historia local y los testimonios orales cuando se cruzan con la información que aportan los archivos.
Historia de los abuelos que no tuve
Ivan Jablonka,
Barcelona, Anagrama y Libros del Zorzal, 2022,
424 págs., 21,90 €