La teoría política del islam medieval no concebía la existencia de musulmanes que vivieran bajo el dominio de una autoridad que no fuera de su misma religión. Por otro lado, para los cristianos sería incómodo reconocer que, en vez de hacer la guerra contra el infiel, se permitía que los musulmanes vivieran pacíficamente en sus casas, trabajando para pagarles impuestos y participando en la vida política del reino.
Por eso las crónicas árabes no mencionan a sus correligionarios establecidos bajo la protección de los monarcas y señores cristianos, mientras sus juristas repiten en sus fetuas la prevención de habitar en territorio infiel, y las crónicas cristianas hablan de grandes pactos y conquistas, quedando los musulmanes conquistados limitados a escasas apariciones en la documentación, cuando no se les ignoraba al ser transmitido su dominio como parte de las tierras en las que habitaban.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: