El 20 de mayo de 1801, un ejército español de 60.000 hombres al mando de Manuel Godoy, favorito de Carlos IV, invadió Portugal. Era la cuarta vez que se hacía en menos de cuarenta años y todavía se repetiría en 1807. La guerra siguió la pauta de las anteriores, lo que se ganaba en el campo de batalla se perdía luego en la mesa de negociaciones, generalmente porque Inglaterra ejercía de protectora de Portugal.
La campaña de 1801 fue especialmente fácil, un paseo militar. A los nueve días terminaron las hostilidades, y ocho días más tarde se firmó la paz. El Tratado de Badajoz devolvió las conquistas y aquí no ha pasado nada. ¡Y para eso se movilizaron 60.000 hombres! Un ejército español así era enorme para la época, pero el generalísimo Manuel Godoy no se podía permitir un fracaso personal, ya que se puso al frente de las operaciones.
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