Cuando el conquistador Alejandro Magno murió sin nombrar heredero, pareció a sus contemporáneos que un desastre se avecinaba sobre el mundo: los vastísimos territorios recién sometidos por él quedaron sin rey, y sus generales se disputaron las conquistas como si fueran porciones de un pastel. Entre ellos estaba Eumenes, natural de Cardia, quien sin ser militar se convirtió probablemente en el general más hábil de cuantos existieron en aquellos años. Su motivación no fue hacerse con un trozo de tierra, sino defender la legitimidad de la familia real macedonia ante los que pretendían apoderarse del trono.
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