Varios son los personajes históricos que merecen atenciones especiales y reconocimientos que, en ocasiones, se han visto denostados y poco apreciados por causas políticas o costumbres trasnochadas, que casi siempre merecen reconocimientos regateados por cambios estructurales que el tiempo va imponiendo y transfigurando, sin tener en cuenta que, por ignorancia, muchas afirmaciones progresistas son equívocos negativos causados por costumbres retrógradas y destructivas. No obstante, tras finalizar mi libro Goodbye España, no puedo dejar de notarme presa de mi protagonista: Victoria Eugenia, la reina de origen inglés que, llegada del frío, intentó desesperadamente que el sol de España caldeara su alma.
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