Diez años antes de la muerte de Franco hubo una edición del Manifiesto del Partido Comunista, ciclostilada eso sí, que se vendió legalmente en España. Fue una iniciativa mía, cuando por la apertura de Fraga adquirí un ejemplar de la edición francesa de bolsillo publicada por 10/18. La vendía un librero pied-noir bastante reaccionario, Henri Abellan, en su establecimiento cercano a la calle Narváez de Madrid. Si ha sido dado ese salto, pensé, tal vez hubiese modo de dar el siguiente, acercando la obra por lo menos al lector universitario. Así que empecé la traducción y si no recuerdo mal, compartí la idea con mi entonces joven colega y amigo José Álvarez Junco.
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