Hija de Lorenzo de Médici y Magdalena de la Tour d’Auvergne, Catalina de Médici nació en Florencia el 13 de abril de 1519. Huérfana de padre y madre a los pocos días de nacer, Catalina de Médici se crió bajo la protección de Julio de Médici, el papa Clemente VII, hasta que, en 1533, se desposó con Enrique de Valois, que sería entronizado como rey de Francia en 1547.
Del matrimonio entre ambos nacieron diez hijos, entre ellos, los futuros monarcas galos Francisco II, Carlos IX y Enrique III, los tres últimos reyes de la Casa de Valois, que gobernaron consecutivamente tras la muerte de su padre, Enrique II, en 1559, y durante cuyas minorías de edad su madre Catalina de Médici ejerció como regente.
Por ello, Catalina de Médici tuvo un importantísimo papel en la política francesa a lo largo de cuarenta años, hasta su fallecimiento el 5 de enero de 1589, un periodo extremadamente convulso, marcado sobre todo por las guerras de religión entre católicos y hugonotes, que tuvo su momento más crítico en el asesinato en masa de protestantes, la conocida como matanza de San Bartolomé, en 1572, de la que una parte de la historiografía la ha considerado como su principal instigadora.
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