Cumplió los sesenta años en 2019 y la empresa Mattel ha vendido de ella más de mil millones de unidades en 158 países. Desde que nació, en marzo de 1959, esta muñeca que reproduce el estereotipo de la chica rubia californiana, exitosa y superficial, ha ido acompañada de la polémica. Con su cintura de avispa, piernas interminables y pecho prominente, Barbie ha sido cuestionada principalmente por dos motivos: por proyectar una idea frívola y consumista del género femenino y porque sus medidas irreales deforman la imagen de la mujer desde edades tempranas. En realidad, la muñeca no ha ocultado nunca qué filosofía defiende.
Representa a una mujer perfecta, perteneciente a la clase media-alta y alta estadounidense, obsesionada por la moda y la belleza. Conduce su propio coche y vive en una casa de ensueño. Incorpora un variado catálogo de complementos personales y del hogar para ir comprando poco a poco. El valor que refuerza, sin ninguna duda, es el éxito social y el consumismo.
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