El apartheid nació en 1948 como un sistema político y social que debía garantizar que los distintos grupos étnicos y raciales sudafricanos se desarrollaran por separado, argumentando que cada uno tenía características y necesidades diferentes. La comunidad científica recibió con entusiasmo estos planteamientos.
La South African Association for the Advancement of Science, en la que coincidían científicos bóers y anglófonos, tuvo un papel clave en el diseño de lo que se planteaba como una forma “científica” de organizar el país, en la línea de la denominada “ingeniería social”. También el South African Bureau of Racial Affairs, un think tank afrikáner de la Universidad de Stellenbosch, desempeñó un papel clave en 1948 en la configuración del sistema racista.
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