Carlomagno (742-814) fue, sin duda, el gran soberano de la Edad Media europea. Sus títulos y méritos así lo atestiguan. Restaurador del antiguo Imperio Romano de Occidente (sólo España se le resistió), impulsor del Renacimiento cultural que tuvo por centro su Escuela Palatina de Aquisgrán, conquistador y evangelizador de los germanos…
Fue también un brillante y meticuloso administrador. Gobernó el inmenso territorio y su reino a base de delegar en sus condes (comites), marqueses (praefecti) y alcaldes (maiores). Aparte, era el mayor latifundista del reino. Sus propiedades (villas) se repartían por todo el territorio y estaban organizadas al estilo de las antiguas villas romanas.
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