1640-1668, España pierde Portugal: del índico al atlántico

Frente al valor simbólico que la India había asumido desde comienzos de la Edad Moderna, Brasil se erigió, durante la segunda mitad del siglo XVII, en elemento central de la arquitectura imperial portuguesa. Holandeses, ingleses o mogoles habían arrebatado parte de su influencia política y comercial en el Índico, pero el mundo luso-americano inclinó la balanza de su poder hacia el atlántico

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En 1702, salió impreso en Lisboa un volumen titulado Frutas do Brasil, que había compuesto el franciscano Fr. António do Rosário. El religioso, vinculado a la región de Pernambuco, organizaba su escrito como una alegoría política en la que las frutas del Nuevo Mundo servían como metáforas de una determinada visión de la monarquía de los Braganza.

Recurriendo a su conocimiento del mundo natural americano, reivindicaba el papel central que, a su juicio, debía desempeñar el Brasil dentro de la arquitectura imperial lusa. Frente al valor simbólico tradicionalmente otorgado a la India, Rosário defendía una visión de la monarquía portuguesa en la que el Brasil azucarero surgía como la “verdadera India”.

Imagen de Goa. António de Mariz Carneiro, Descripçam da fortaleza de Sofala e das mais da India (1639), Biblioteca Nacional de Portugal.

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Federico Palomo
Federico Palomo
Profesor titular de Historia Moderna, Universidad Complutense de Madrid.

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