Como concepto, el de la frontera es tan flexible y dinámico como la realidad que históricamente deja traducir. Lo vemos con toda claridad en nuestra historia medieval peninsular. Si quisiéramos definir la frontera como la muestra más palpable, más inmediata y, si se quiere, más acentuada en sus rasgos, de la formación política, social, cultural e ideológica a la que sirve como límite, en la Hispania medieval esa frontera es el factor realmente adecuado para conocer una realidad tan compleja y cambiante como la que se esconde tras la secular pugna entre cristianos y musulmanes que caracteriza su desarrollo.
Artículos de este dossier
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: