Ramón Llull, Raimundo Lulio, Raymond Lulle… o como él mismo se denominó, Ramón “el loco”, porque “mis libros son poco apreciados, y os aseguro que muchas personas me consideran loco”. Estas son dos constantes en su trayectoria vital, la desilusión por la incomprensión de sus escritos, a pesar de dedicar los máximos esfuerzos a darlos a conocer, y el proyecto casi utópico que ambiciona llevar a cabo y que le hace pasar por loco: convencer con argumentos racionales a judíos y musulmanes de las verdades de la fe cristiana. Y es que Ramón Llull, laico, pretendió haber descubierto un sistema de búsqueda de la verdad por encima de religiones y creencias.
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