En enero de 1716, hace ahora algo más de trescientos años, vio la luz en el viejo Alcázar Real de Madrid el que tiempo después se convertiría en el rey ilustrado por excelencia, Carlos III. En 2016 se celebró el trigésimo aniversario de su nacimiento, que recordó al gran público la importancia de este soberano que comenzó una política reformista acorde con los postulados de la Ilustración y en la línea iniciada por otros monarcas europeos. Mucho se conoce de la vida y de la obra de aquel rey, pero solo queda como anecdótico un hecho trascendental: que a él se debe la creación de la que hoy sigue siendo la primera orden de mérito del Estado español, la orden que lleva su nombre, la orden de Carlos III.
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LAS CLAVES
REQUISITOS ORIGINALES. Limpieza de sangre y nobleza hasta los bisabuelos, jurar fidelidad al rey y tener una vida cristiana.
APERTURA Y ADAPTACIÓN. Desde 1847, la orden se amoldó a los nuevos tiempos y empezó a premiar los “méritos en la esfera civil”.
GRADOS Y DISTINCIONES. Hay cinco categorías: el collar, la gran cruz, la encomienda de número, la encomienda y la cruz de Carlos III.
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