De Allende perdura el recuerdo imborrable de su inmolación en el Palacio de La Moneda, del sacrificio de su vida como prueba definitiva de su lealtad a las convicciones democráticas del pueblo chileno, que le confió la presidencia de la República en 1970. Sin embargo, su memoria se ha quedado atrapada en la tragedia del 11 de septiembre de 1973: toda su prolongada y apasionante trayectoria política anterior a 1970, su defensa de un socialismo democrático y revolucionario o su solidaridad con las luchas del Tercer Mundo han caído en el olvido; ni siquiera las grandes conquistas de sus mil días de gobierno son comúnmente reconocidas. Y, sin embargo, junto con el 11 de septiembre, definen su trayectoria, conforman su legado político.
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LAS CLAVES
DESIGUALDAD SOCIAL. Allende nació a los pocos meses de la matanza de obreros en Santa María de Iquique.
TEMPRANA MILITANCIA. Fue uno de los fundadores del Partido Socialista de Chile en 1933.
ERROR DE CÁLCULO. Poco antes del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, nombró a Augusto Pinochet jefe del Ejército.
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