Desde hace bastantes años, el día 11 de septiembre es, en Cataluña, una jornada festiva. Nada tiene que ver con sucesos más o menos recientes, como el aniversario de la caída de Salvador Allende en Chile, en 1973, o el de los impactantes atentados de Nueva York en 2001. En tierras catalanas se conmemora, en esa fecha, la Diada, esto es, la principal festividad “nacional” de esta comunidad autónoma.
El 11 de septiembre al que se refiere es el del año 1714, cuando Barcelona cayó en manos de las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión. En el relato nacionalista, con una clara obsesión por la historia, se interpreta este vencimiento como el principio del fin de las libertades de Cataluña. La derrota es invocada, en definitiva, como base de una futura victoria. A continuación se reconstruye la historia de esta “fiesta de la patria”, inseparable de la evolución del nacionalismo catalán desde finales del siglo XIX hasta hoy.
Este contenido no está disponible para ti. Puedes registrarte o ampliar tu suscripción para verlo. Si ya eres usuario puedes acceder introduciendo tu usuario y contraseña a continuación: