Cuando en 978 Almanzor alcanza el poder en el califato cordobés, dan comienzo sus devastadoras campañas contra los territorios cristianos del norte, singularmente contra la frontera del Duero y, luego, del Arlanza. Hasta en tres ocasiones –hacia 994, 1000 y 1002– consta que las tropas del invencible Almanzor llegaron a orillas del Arlanza en su intento frustrado de alcanzar Lara.
Arrasaban campos, aldeas y monasterios, sembrando el pánico que, inevitablemente, se asociaba al terror apocalíptico que los populares beatos anunciaban para el año mil. en los muros de la vecina basílica de Santa María de Lara (hoy Quintanilla de las Viñas, Burgos), bellos frisos esculpidos en forma de roleos entrelazados exponían el mismo mensaje.
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