De procedencia siria, el emperador romano Vario Avito Basiano (205-222), coronado a los catorce años de edad con el nombre de Marco Aurelio Antonino, conocido como Heliogábalo, tuvo una vida peculiar, ciertamente extravagante. Su primer día en la gran ciudad dejó huella: entró en Roma subido a un lujoso carro tirado por mujeres desnudas. Luego lo repetiría con asiduidad: también ornaría su boato de entrada con vehículos arrastrados por ciervos, leones o tigres.
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